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Patricia Mateo Tomás nos habla sobre el nuevo estudio de ella y sus colegas que tiene como objetivo evaluar cómo el seguimiento remoto de la vida silvestre puede contribuir a un mejor monitoreo de las leyes ambientales. A través del seguimiento experimental de lobos y buitres a través de GPS, los investigadores pudieron localizar un total de 489 cadáveres de ganado en España y Portugal.
La baja implementación efectiva de la legislación compromete la conservación de la naturaleza
A pesar de que cada vez son más las leyes e instituciones que se involucran en la conservación de la naturaleza, la débil aplicación de la normativa ambiental compromete la efectividad de unas herramientas legales consideradas fundamentales para una conservación efectiva. En este contexto, el seguimiento del proceso de implementación de las leyes de conservación resulta clave para evaluar tanto su grado de aplicación como el nivel de cumplimiento, así como para identificar posibles brechas en la implementación y poder adaptarse en consecuencia.
El seguimiento de estas leyes recurre con frecuencia al registro de parámetros susceptibles de verse afectados por la normativa, incluyendo organismos vivos, conocidos como bioindicadores, y con una elevada capacidad de sintetizar información de sistemas complejos en áreas extensas. Por ejemplo, los líquenes se utilizan para evaluar el cumplimiento de las normativas ambientales que afectan al desarrollo de actividades industriales que emiten contaminantes atmosféricos, los peces ayudan a monitorizar cambios en la calidad de las aguas, e incluso el análisis del contenido de las mollejas de las aves acuáticas ha permitido evaluar el cumplimiento de las prohibiciones de uso de munición de plomo para cazar en los humedales.
El subestimado potencial del seguimiento remoto de fauna para mejorar la aplicación de la legislación ambiental
El auge de las tecnologías de seguimiento remoto en las últimas décadas añade una nueva dimensión al concepto de bio-monitorización, tradicionalmente ligado a disciplinas como la química o la ecotoxicología. Así, sistemas remotos como las imágenes de satélite o los sistemas de posicionamiento global (GPS en sus siglas en inglés) son cada vez más utilizados para el seguimiento de la biodiversidad.
Ya sea detectando la contaminación de los ecosistemas o la persecución ilegal de la fauna silvestre, estas aplicaciones tienen un gran potencial para informar las políticas de conservación y gestión. Además de aportar información sobre amenazas directas que causan la mortalidad de especies o la degradación del hábitat, los animales rastreados por GPS pueden proporcionar información adicional sobre el nivel de cumplimiento de la legislación que afecta a la conservación de la naturaleza. Por ejemplo, los albatros equipados con dispositivos GPS detectaron barcos pesqueros no declarados, mientras que jaguares y buitres con GPS han caído víctimas de la persecución ilegal, lo que de facto indica una falta de cumplimiento de las regulaciones para la conservación de especies.
Seguimiento GPS de especies necrófagas para monitorizar la gestión de carroñas
El marcaje con dispositivos GPS de 21 buitres leonados (Gyps fulvus) y 13 lobos ibéricos (Canis lupus signatus) en España y Portugal ilustra el enorme potencial que tiene el seguimiento GPS de fauna silvestre para evaluar el nivel de cumplimiento de la legislación ambiental. Estas dos especies carroñeras se pueden utilizar para localizar carroñas de ganado abandonadas en el campo. Los buitres leonados son carroñeros obligados especializados en la rápida localización de cadáveres de grandes animales en amplias extensiones de terreno. El lobo es un carroñero facultativo, es decir, además de ser un depredador, si tiene la oportunidad, también se alimenta de carroña con frecuencia.
El análisis de las carroñas localizadas gracias a estos individuos equipados con GPS ha permitido valorar el grado de cumplimiento de las regulaciones sanitarias europeas 1069/2009 y 142/2011. Esta normativa pretende conciliar la conservación de la biodiversidad con el mantenimiento de la salud pública autorizando el abandono de ganado muerto en el campo para la alimentación de la fauna silvestre.
De la evaluación del cumplimiento a la identificación de lagunas de implementación
Los carroñeros centinelas nos ayudaron a localizar cerca de 500 carroñas de ganado en tres Comunidades Autónomas españolas (Asturias, Castilla y León y Galicia) y en el norte de Portugal. Las visitas sobre el terreno revelaron una notable falta de correspondencia entre los requerimientos establecidos por la normativa y lo que sucede en la realidad. Menos de la mitad de las carroñas analizadas se localizaron en áreas dónde su abandono estaba autorizado (conocidas en España como Zonas Para la Alimentación de Especies Necrófagas, ZPAEN). El nivel de cumplimiento de todos los criterios requeridos por las normativas de gestión de carroñas (p.ej. desde la especie, edad u orientación productiva de la res hasta su localización lejos de cursos de agua, edificios, carreteras, líneas eléctricas o aerogeneradores) osciló entre 0 y 4,2 %, sin grandes diferencias entre regiones.
Los resultados de este trabajo apuntan hacia una insuficiente designación de zonas de alimentación para especies necrófagas, y a un exceso de burocracia para que los ganaderos puedan abandonar en ellas los animales muertos in situ. La discrecionalidad de los criterios que afectan a las distancias de las carroñas a cursos de agua, poblaciones o infraestructuras también afectó al cumplimiento de la normativa.
Declarar más zonas de ganadería extensiva como áreas de alimentación para las especies necrófagas y simplificar los trámites requeridos para acogerse a ellas están entre las medidas que se sugieren de cara a mejorar el cumplimiento efectivo de la normativa. Además, sería recomendable establecer un seguimiento sistemático del consumo de carroñas en el campo. Esto permitiría obtener información de gran valor para evaluar la efectividad real de las normativas sanitarias europeas a la hora de conservar las especies carroñeras y preservar la salud humana y animal, e informar posibles modificaciones al respecto.
Nuestros resultados ilustran cómo la fauna silvestre puede actuar como centinela del cumplimiento de las leyes que afectan a la conservación del medio ambiente. En el caso concreto de los vertebrados carroñeros equipados con dispositivos GPS, estas especies permitieron:
- el seguimiento de las carroñas sobre el terreno
- la evaluación de riesgos potenciales para la fauna, la salud humana y animal
- valorar el grado de cumplimiento de la normativa y mejorar las estimas de disponibilidad de carroñas
- contribuyendo así a una mejor aplicación de la legislación.
En vista de la creciente disponibilidad de datos aportados por el seguimiento GPS de fauna, existe un gran potencial para monitorizar el cumplimiento de las diversas regulaciones que afectan a la conservación de la biodiversidad en casi cualquier parte del planeta.
Lea el artículo completo “La vida silvestre como centinelas del cumplimiento de la ley: un ejemplo con carroñeros marcados con GPS y regulaciones sanitarias” en Journal of Applied Ecology